No solo eso expresó el maestro español León Felipe, en su conocido
poema, “Sé todos los cuentos”, sino que remató señalando igualmente, que
la angustia del hombre, los ahogan con cuentos, que el llanto del
hombre los taponan con cuentos, y por si fuera poco, que el miedo del
hombre, ha inventado todos los cuentos.
Ello viene a colación, porque en la evaluación que está realizando el
Presidente Maduro, “ministerio por ministerio”, más de un zagaletón
disfrazado de Chavista o recién vestido de Madurista, inventará todos
los cuentos para mantenerse en el cargo. Algunos lo harán por miedo, es
cierto. Sea por la irreparable pérdida de un cambur o de los varios
cambures que detentan y la consiguiente desarticulación de redes de
poder y complicidades (“esforzadamente” construidas a la sombra del
Estado), o quizás, por el terror que les produce volver a la condición
de ciudadano común y silvestre, humildemente compensada con la
posibilidad abierta o encubierta, de disfrutar de las enormes “ventajas”
obtenidas fraudulentamente en el ejercicio de funciones públicas.
Otros, inventarán los cuentos, para los mismos fines, pero por razones
naturales: su naturaleza es consustancial con la mentira, el engaño, el
parapeto mediático.
Sin embargo, que dudas cabe, y en mi modesta opinión, la mayoría de
quienes ocupan altas posiciones ministeriales, nada tienen que temer y
no les resultan necesarias, las sartas de cuentos, pues con igual
dignidad pueden seguir viviendo, al ser separados de un alto cargo
oficial. Aún a así, a una parte importante de éstos, le debe ser
cuestionada su pasividad, en la introducción de cambios profundos y
necesarios, en el aparato público a su cargo, precisamente, diseñado y
construido para la burocracia, cual muro que separa al pueblo o a los
trabajadores, de su gobierno. Ha sido su error, en los casos que aplica,
el haber tolerado aquel distanciamiento forzado del pueblo o los
trabajadores, siendo que la piedra angular de su gestión, es
precisamente escucharles, atenderles o responderles.
Por ello, podría resultar bien difícil para el Presidente Maduro,
cualquier elección o decisión, soportada justamente en los cuentos de
todo tipo, que algunos altos funcionarios, inescrupulosos ellos,
elevarán a su conocimiento. Es por tanto posible, que el Presidente
pudiera ser sorprendido en su buena fe, pero lo que no es posible, es
que aquella angustia y llanto (a las que se refiere el poeta) del
pueblo, puedan ser ahogadas o taponadas con cuentos.
Con absoluta seguridad, a partir del Gobierno de Eficiencia en la Calle,
el Presidente Maduro, ha podido constatar, no solo que nuestro pueblo y
nuestros trabajadores, “ya no comen cuentos”, sino además, las
inconmensurables deficiencias, omisiones y corruptelas, en diferentes
ministerios, gobernaciones y alcaldías, cuyos titulares ocupan tales
posiciones, gracias al soberano o al mismo gobierno. Un breve repaso de
los reclamos, expectativas y necesidades no satisfechas, que se han
evidenciado en ésta nueva forma de gobierno popular, necesariamente
tiene que complementar la “exposición” que haga cada ministro o alto
funcionario público.
Es por ello, que ratificamos nuestra posición (
http://ensartaos.com.ve/2014/07/17/articulo/40005), (
http://www.aporrea.org/contraloria/a191744.html)
, en el sentido que toda la documentación que se presente durante la
rendición de cuentas al Presidente, sea publicada en algún portal Web,
de tal modo que el pueblo y los trabajadores, puedan validar
(contraloría social, se denomina ahora) si se ha mentido o engañado, al
Presidente Maduro. Sin embargo, aún así, queda vigente la teoría que
“entre las guabinas, siempre hay un bagre”.
Como si de salvar la V Republica se tratara, los altos funcionarios
susceptibles de recibir el calificativo de “cara e´ tabla”, harán lo
posible e imposible, para atornillarse en el cargo. Es así, porque es
propio de la miseria humana. Sin embargo, el ocultamiento de información
al Presidente de la República, si se descubre a tiempo, a lo sumo
acarreara una sanción moral o política y en el mejor de los casos, el
abandono involuntario del cargo. Es a partir de la fragilidad o
suavidad, con la que deliberadamente está revestida la rendición de
cuentas en el ejercicio de la función pública, como se protege a los
corruptos, los ineficientes y a los torpes. No sucede igual, con otros
tipos de malandros, es decir, los pobres, cuyos cuerpos tienen que
terminar en prisión, en los casos de ocultamiento de armas, municiones o
drogas. Se trata del mismo ocultamiento: información, armas, municiones
o drogas, pero el tratamiento en cada caso, es evidentemente
diferenciado.
Consideramos que no será suficiente y así lo ha expresado el Presidente
Maduro, con la simple rotación o enroque de altos funcionarios.
Necesario es penetrar al funcionamiento orgánico de las instituciones y
para lo cual nos permitimos sugerir, entre otras acciones, orientadas al
cumplimiento del Plan de la Patria, las siguientes:
-
Impedir, tanto como sea posible, el crecimiento del aparato público y
reestructurar el existente, agrupándose por fines específicos del
Estado, que deban ser cumplidos, evitándose la dualidad de funciones
para idénticos fines.
-
Integrar en un único ministerio, a todas aquellas empresas del Estado,
de modo tal que permita la aplicación de estrategias integrales de
reactivación del aparato productivo público, fusionando aquellas en que
no resulte necesario o conveniente, mantener la existencia de una
persona jurídica diferente e independiente. Con ello, se evita que cada
ministerio tenga bajo su adscripción, un conjunto infinito (en algunos
casos) de empresas a las que no se presta ninguna atención,
permitiendo a su vez, que los demás ministerio se dediquen a su
verdadera función: diseño y ejecución de las políticas públicas. Del
análisis de tal situación, podría resultar que en muchos casos, lo
convenientes sea fortalecer tales empresas, para entregarlas de
inmediato al poder popular organizado o a sus trabajadores.
-
Las empresas de carácter estratégico (petróleo, cemento, hierro,
aluminio, oro, entre otras de similar naturaleza), podrían ser adscritas
a la Vicepresidencia de la República, mientras que las empresas de
servicios públicos nacionales (agua, electricidad, telecomunicaciones),
podrían ser agrupadas bajo una misma Corporación, igualmente adscrita a
la Vicepresidencia de la República.
-
Impedir que en toda forma de transferencia de competencias al pueblo
organizado, el Estado o sus instituciones se conviertan en sus
“patronos” o sus “jefes”, de otro modo, el aparato publico se convertirá
en un “monstruo inmanejablemente costoso y pesado” y el pueblo, jamás
tendrá poder real y efectivo.
-
Convertir en política de Estado, con todas sus consecuencias, todo lo relativo a la transferencia tecnológica.
-
Dar un “parao”, en el muy corto plazo al fraude cotidiano que se
realiza en contra del pueblo, al impedirse su acceso y rendición de
cuentas, de los recursos provenientes de los Fondos de Responsabilidad
Social, originado por las adquisiciones de bienes, obras o servicios,
que contratan los órganos y entes, en cumplimiento de la Ley de
Contrataciones Públicas.
Mientras las comunidades, únicas destinatarias de tales recursos
financieros, pasan las de Caín, muchos jerarcas, se enriquecen o
permiten el enriquecimiento de terceros, a partir de tales recursos y de
sus generosos intereses bancarios. Si el poder popular organizado, ha
de cumplir el rol que se espera en un proceso revolucionario, entonces
los recursos financieros que por ley le pertenecen, le deben ser
entregados, sin más demoras, para el cumplimiento de los fines sociales
para los que han sido concebidos.
-
Actualizar el Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras, antes del 30-04-2015, de tal modo que
se establezcan los criterios, con reglas claras, para que desde el
sector público y privado, se haga efectiva la prohibición del ilícito de
la tercerización, la inamovilidad de los trabajadores beneficiados y su
incorporación a la nomina de sus “verdaderos” empleadores, es decir, el
beneficiario del servicio o la obra, contratados fraudulentamente a
contratistas y cooperativas. Es lamentable, por decir lo menos, que el
Estado, que diseña y promulga la ley destinada a proteger a los
trabajadores, sea uno de los primeros en violarla o incumplirla.
-
Mayor eficiencia puede alcanzarse, si los entes encargados de la
seguridad alimentaria, por lo que respecta a la distribución los
productos de la cesta básica (mercal, pdval), se unifican bajo un único
ente rector. Bajo tal visión, quizás un ministerio deba desaparecer,
reasignando las competencias residuales a otro ministerio y unificándose
tales empresas en una sola, que dado su carácter estratégico, podría
adscribirse a la Vicepresidencia de la República.
-
La materia aduanera debe entenderse como una extensión de las
funciones de asignación y control de uso de divisas y no exclusivamente
tributario, como es la costumbre que ha permitido la fuga millones de
dólares, a lo largo de nuestra historia de los últimos 30 años.
NO PODEMOS ESPERAR QUE NUESTRA REVOLUCIÓN SEA PERFECTA PARA CONVERTIRLA EN IRREVERSIBLE.
Alexis Milano Vera.
23JULIO2014.