El
Gobierno ha sido torpe e ineficiente a transitar la crisis venezolana,
se ha ido de las manos el tema de la seguridad, la situación de los
precios y acceso a los alimentos, la corrupción y muchos temas mas. La
oposición ha sido torpe e igualmente se
ha colocado de espaldas al requerimiento mayoritario y surfean una ola
de descontento generalizado ( coyuntural).
Nadie parece querer a
Venezuela, parecemos estar en tierra de nadie, aquí todos violan los
derechos de los demás, se cometen delitos y aspiramos que nuestros
interlocutores cedan espacios sin nosotros tener capacidad de
negociación por andar obnubilados con el poder o con solo pretenderlo
muy cercano.
Nuestro pueblo es el que sufre el hambre, los precios, la
falta de medicinas, los trancazos, los gases lacrimogenos, el humo, es
el que pone los muertos, los detenidos y nadie se detiene a pensar
porque seguimos siendo los borregos de aquellos de uno y otro lado que
los seguimos y que peleamos sus batallas, contando nuestras bajas pero
sin ver que los ilustres dirigentes de ambos lados sangren y sufran como
cualquiera a los que ellos le piden grandes sacrificios, nuestros
políticos no pasan nuestras carencias, nuestras inseguridades, nuestras
penurias; todos nuestros "lideres" independientemente de la linea
política que apoyen se encuentran a salvo y resguardados por sus
escoltas, se alimentan tres veces al día, viajan por todo el mundo con
el mayor desparpajo, en sus casa no falta absolutamente nada y si se
enferman cuentan con los recursos necesarios para resolver sus
eventualidades.
Hemos sido pendejos luchando una batalla de otros y
para otros, una batalla que se nos condiciono ejecutar y garantizar así
el acceso al poder de aquellos que mañana también se olvidaran del
pueblo tal cual meretriz. Este pueblo que lucha es DESECHABLE y solo
sirven para el logro de los objetivos individuales y grupales de tomar
el poder o mantenerse en el.
La historia tiende a demostrarnos que los
errores son cíclicos y se seguirán repitiendo mientras no asumamos de
manera consciente y de forma responsable al dirigir realmente nuestros
destinos.
EDGAR E. CARDOZO LIRA
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